Para que unas manos tenues curen mi mal
En la precipitada emoción por la palabra,
sobre los mares de lamentación letal,
cuando el viento sopla sin miramientos,
y el sol diluye cada gota de sangre,
se encienden las rosas prisioneras del amanecer.
Voy a espantar mil mariposas,
mil cielos destellantes de los árboles dolidos.
¿ Que ausencia me llama en el pasado?
Hay un fuego que abrasa mi alma,
una lenta metamorfosis de latencias.
¡ Oh , corazón prendido en el infierno!
¿Que mal he hecho para que me hieras dormido?
¿ Dónde están las flechas venenosas,
que destrocen parpadeantes olas dulcificadas?
Voy a encender mil rosas puras,
esta presencia imposible de los dioses.
Eternamente rociaré con mi sangre todo,
todo este universo demencial y suicida,
para que unas manos tenues curen mi mal.
Manifestaciones
ResponderEliminarSe manifestó la planta dilucidada en el futuro
Fluyó la mendicación poeta en San pedro
Los logros pertenecieron a otra puerta
No la de Abelardo Castillo ni la de Fernando
Se mistificó la elegía de Borges
Y en una ausencia profunda murieron
Murieron todos los pájaros autómatas
La naturaleza se amotinó
Cada gota murió en un fulgurante letargo
Y convivieron los pastos con la muerte
Se perpetuó la ausencia mas dolida
Como una metamorfosis de Kafka
¡ oh, maldita latencia dormida en el horizonte!
En aquellos lugares ya no hay presencias
No se limito el universo a los miramientos
Porque la luz nunca fue divina
En las atardecidas lagunas del mañana
JAVIER DICENZO