sábado, 7 de marzo de 2009

PARA QUE UNAS MANOS TENUES CUREN MI MAL

Para que unas manos tenues curen mi mal



En la precipitada emoción por la palabra,
sobre los mares de lamentación letal,
cuando el viento sopla sin miramientos,
y el sol diluye cada gota de sangre,
se encienden las rosas prisioneras del amanecer.
Voy a espantar mil mariposas,
mil cielos destellantes de los árboles dolidos.
¿ Que ausencia me llama en el pasado?
Hay un fuego que abrasa mi alma,
una lenta metamorfosis de latencias.
¡ Oh , corazón prendido en el infierno!
¿Que mal he hecho para que me hieras dormido?
¿ Dónde están las flechas venenosas,
que destrocen parpadeantes olas dulcificadas?
Voy a encender mil rosas puras,
esta presencia imposible de los dioses.
Eternamente rociaré con mi sangre todo,
todo este universo demencial y suicida,
para que unas manos tenues curen mi mal.

1 comentario:

  1. Manifestaciones


    Se manifestó la planta dilucidada en el futuro
    Fluyó la mendicación poeta en San pedro
    Los logros pertenecieron a otra puerta
    No la de Abelardo Castillo ni la de Fernando
    Se mistificó la elegía de Borges
    Y en una ausencia profunda murieron
    Murieron todos los pájaros autómatas
    La naturaleza se amotinó
    Cada gota murió en un fulgurante letargo
    Y convivieron los pastos con la muerte
    Se perpetuó la ausencia mas dolida
    Como una metamorfosis de Kafka
    ¡ oh, maldita latencia dormida en el horizonte!
    En aquellos lugares ya no hay presencias
    No se limito el universo a los miramientos
    Porque la luz nunca fue divina
    En las atardecidas lagunas del mañana

    JAVIER DICENZO

    ResponderEliminar