El abismo
A Abelardo Castillo
Es un lugar de mil rostros oscuros
de jardines entre puertas abiertas,
una ilusión en las arpas desiertas
el abismo que no pierde los muros.
Es un lugar de ojos con los futuros
espejo de las praderas cubiertas
en el negro de las noches abiertas
entre las rocas de los rostros duros.
El abismo se cae por las noches
como los luceros de bellos coches
que andan en la ciudad con luces claras.
El abismo se vuela entre las rocas
que esparcen mares de las tenues bocas
de las bocas que callan blancas caras.