sábado, 21 de diciembre de 2013

La garra del pasado

La garra del pasado Valéry, Paul: "Las obras no se acaban, se abandonan." La garra del pasado viene a mis guaridas Vuelve Esa otra mirada del otro cielo latente Se hace mar de aventura silenciosa Aquí en esta soledad que irrumpe ese otro yo y tu La garra vuelve a nacer De ese nido. Toda aventura nace de una daga que hiere Los vientos son los pedazos del universo. La garra del pasado viene a mis guaridas De ese pozo profundo mas al mar Más allá de toda permanencia Te tiemblan las alas de gaviota Querída mía Mía en el desierto con los dados Te me vuelcas en la dimensión del hoy. Toma mi serpiente Toma mi humo penetrante Agita la lanza que te ausenta. La garra toma el fruto Decadencia Soldados que van hacia el firmamento. He de padecerte aún mas En el surrealismo de tu cara girada. Te suelto en la purificación de un silente recuerdo. Sabías que no eras la muerte Te fuiste Con aquel otro enamorado Explayado como una flecha de luz Con todos los cuerpos hacia ti. He de enumerarte cada día Suplicio de gaviotas a lo lejos Lejos Como tu hora de llegada Como la flor de herida Sin la voz violadora de los crepúsculos Neruda Neruda en tu piel arrasadora de imagen. Tu Solo tu Te me desgarras mas allá del azul y su espada. Desmiente que el cielo se fue Con el otro cielo que no se fue Hacia donde nada es o será Aventura

El abismo

El abismo A Abelardo Castillo Es un lugar de mil rostros oscuros de jardines entre puertas abiertas, una ilusión en las arpas desiertas el abismo que no pierde los muros. Es un lugar de ojos con los futuros espejo de las praderas cubiertas en el negro de las noches abiertas entre las rocas de los rostros duros. El abismo se cae por las noches como los luceros de bellos coches que andan en la ciudad con luces claras. El abismo se vuela entre las rocas que esparcen mares de las tenues bocas de las bocas que callan blancas caras.