jueves, 3 de junio de 2010

EN ESA GUERRA QUE NOS CONDENA EN EL SILENCIO

En esa guerra que nos condena en el silencio


Y viví
en la noctámbula tibieza de lo salvaje
atormentado por tormentas
sospechando la luna remota.
Recorrí el alma aprisionada
mi luz nunca cegó el camino
ni la metamorfosis loca.
Está el artífice del mar oscuro
la mitad de la otra mascara.
Y viví
el crepúsculo inmortal
con los gritos de los abismos,
era el alma de los dioses
o aquel emblema desapegado.
Europa era un fantasma
en la piel de un genio.
Atrapé la mirada perpetua
de ese poeta enorme
que fue a limpiar las fosas
en esa guerra
que nos condena en el silencio

JAVIER DICENZO