Para sangrar todo lo imposiblemente sádico
( Hablando a Pablo Banegas)
¿ Quién fluye astutamente hacia la irrealidad de los seres?
si es mas el agónico grito en la selva
¡ Oh! ¡Pablo! , necesito eclipsar la virtud
con una energía inexistente,
hablar de Abelardo Castillo
llamar al espíritu que habita en la palabra.
Gigante ha venido el viento desde los ocasos
eres el cuentista que ha de volver,
¡Oh!, ¡Pablo!, mi ciudad es una elegía,
esa elegía de Borges y sus fantasmas.
Yo sé que he de vivir sobre las sombras
buscando la balada enamorada.
¿ Quién busca lo irreal astutamente?
No maldigas al destino
si una palabra sangrienta yace en el olvido
no tientes al ángel bello
mas bello que lo mas tenue en el firmamento.
¡oh! ¡Pablo!
Escondo un sentimiento inmenso
que puede voltear todos los sueños del mundo
es así que recorro el inmenso mundo,
busco una verdad
esa expresión de deseo que banaliza el retorno.
No hagas explicaciones de la calidad
del verso herido en la ciudad
Javier o Poe son dos poetas
si, dos poetas que aún existen en el olvido.
Sé que la lira aguda herirá fantasmas
aún en galerías de artes de algún ayer
si mi arte baladí en el recuerdo
se desvanece con una nube de algún ser despiadado.
¿ Qué elegía inmensa recorrerá la astuta garra?
No seas cruel ojos que miras
si un después revuelve las entrañas de los dioses
es aquí limite irrisible
la voz y la luz mas impenetrables
para sangrar todo lo imposiblemente sádico.
El basurero
Como la gota que irradia una luz pura
Está el basurero
El artífice de una sociedad
La expresión capitalista
Esa danza de fuego
Donde la desesperanza
Se transforma
En un durazno podrido
Mirado como ave rapaz
Como un buitre lejano
Es el trabajo
De un desposeído
La manzana de la manzana
El fruto tomado con repugnancia
El basurero
Personaje despreciado
En los relojes de la orfandad
Se va con los centauros
En el mas allá
Con la palabra hibrida
De amaneceres putrefactos
Las llamas
No pretendas apagar con fuego un incendio, ni remediar con agua una inundación
.Confucio.
Hay llamas en el fondo del bosque,
son de un azul intenso, azul mar.
Queman las arboledas con el viento,
duermen bajo el cielo limpio.
El demonio es el padre de las llamas.
Hay llamas en el fondo del bosque
junto al camino de los inmortales.
En la casa de antiguos herreros
donde una luz enciende soledad.
Las llamas son el poder del universo
de cada estrella que inventa la noche.
Duermen cuando se apagan
cuando la luna muere tibia.
Es verdad cuando un viento las guarece
que no apagan otro fuego
mas ardiente que las lágrimas
de esa estatua indemne al calor.
La hoja tibia en el cerezo
Proyecto de poema con ritmo tratado en el chat de alaire
Dedicado al maestro Rafel Calle reincidiendo
La hoja tibia en el cerezo
muere como una mujer
muere al nacer su hijo.
Es una transparencia fina,
extremo de los árboles.
El verde acuna la luz
terciopelo de la noche.
La hoja tibia en el cerezo
vive como un río
en madres gotas de lluvia.
Es simplemente una hoja
as que aroma el bosque,
lecho de mariposas
volando por los senderos
en que viven pájaros.
La hoja se viste
del fruto que morirá
a un viento del olvido
que es olvido natural,
del otoño cruel y manso
en el suelo sepulcro
de caricias del sol
sed de alondras y gorriones.
Aún sigue siendo el mar
( Poema dedicado a los corazones solitarios)
Hay nombres en el sonido del viento
cuando el ser es mar.
Hay nombres
que palabras dice
el pescador de la lancha.
Aún sigue siendo el mar
el que enumeras las figuras
las caracolas perdidas.
Hay nombres en el sol
cuando el ser es mar,
sigue siendo el mar
la ballena herida,
el tiburón acechando.
Aún
aun sigue siendo el mar
que recoge el frío
como un temblor de gaviota herida,
la plenitud de la sal.
Aún sigue siendo el mar
que acoraza los barcos
y los hunde
que resurge del abismo tesoros.
Aún sigue siendo el mar
fragancia de iluminados cielos,
porque cuando la estrella titila
es el bravío oleaje
el que sucumbe la estrella de mar.
Aún
aún sigue siendo el mar
el que borra las historias
que apaga la noche,
que avecina
la raza de los cósmicos
faros perdidos horizontes.
El luchador de las sombras
Mi grandeza no resida en no haber caído nunca sino en haberme levantado siempre
Napoleón Bonaparte
Existe un espíritu legendario en la tierra de los dioses verdaderos,
ese espíritu va recorriendo las nieves
donde el luchador de las sombras
guarece su fuerza hacia los vientos.
Muchos amaneceres pasan por sus ojos de azules muertes,
el luchador es la daga de hierro
que va matando todos los árboles de los infernales duelos,
la sangre ahuyenta a los lobos
las criaturas que pasan frente a las ramas
El luchador de las sombras
todo lo que existe es el luchador de las sombras,
existe un espíritu irreverente
que escupe falencias en las otras miradas.
Es el luchador de las sombras
el luchador
que
va caminando frente a las mascaras de hierro,
el que mata
como un dios que va muriendo con las serpientes
rojas víboras del otro candado humano.
Existen muertes
muertes feroces en el campo de batalla,
ellos santifican la levedad en mariposas,
esos espíritus sangran
con las babas
de los murciélagos.
El luchador sobrevive en la Siberia,
en el resplandor latente de una mirada
que
va caminando frente a las mascaras de hierro,
que es una canción pura
como el arpa de esa Venus irrepetible
asombro de un mundo
de la sutil mirada de ella que va
minando los caminos de la libertad.
JAVIER DICENZO